Hombre entra a la casa de la abuela de su prometida y ve foto suya de la infancia – Historia del día

Un joven va a cenar a la casa de la abuela de su prometida y se sorprende al ver una foto suya en la pared. Se da cuenta de que no puede casarse con la chica que ama.

Tony nunca imaginó que cenar con la abuela de Carol significaría el fin de su romance. Él había conocido a su novia en la universidad y habían estado saliendo durante tres años antes de que él le propusiera matrimonio.

Tony ya había conocido a los padres de Carol y los apreciaba inmensamente. Ahora tenía que obtener el sello de aprobación de la matriarca. Carol sonrió a su prometido nervioso. “¡Relájate! ¡La abuela es un encanto! ¡Esto va a ser pan comido!”, pero no fue así. Todo terminó siendo un desastre.

Los padres de Carol le habían dicho a la abuela Emily que conocería a “alguien especial”, pero dejaron el anuncio del compromiso a la joven pareja. Tony, que había crecido en un orfanato, estaba muy nervioso.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

“¡Espero caerle bien!”, le dijo a Carol con ansiedad. “Siempre quise una familia, ¿sabes? Pero me pongo tan nervioso”.

“Oh, tranquilo”, expresó Carol sonriendo. “¡Te prometo que todo estará bien! ¡La abuela Emily es fácil de convencer por los hombres altos, morenos y guapos como tú!”.

Llegaron a la casa de Emily y tocaron el timbre. Una voz alegre los llamó, diciéndoles que siguieran hacia el jardín. Allí, bajo un hermoso árbol, estaba la abuela de Carol. Había puesto la mesa para la cena con su mejor porcelana y velas.

“¡Abuela!”, dijo Carol, bastante emocionada. Corrió a abrazar a la mujer mayor y le comentó que la había extrañado. Su abuela le devolvió el abrazo y miró por encima del hombro a Tony, que estaba allí de pie, perdido y confundido.

“Ven aquí, jovencito”, se rio la abuela Emily. “¡Yo no muerdo!”. Le dio a Tony un abrazo y un beso también. “¡Ustedes dos siéntense! ¡He hecho tus platos favoritos, Carol!”.

Los tres se sentaron durante horas comiendo y charlando bajo las estrellas. Tony estaba a punto de servirle a la abuela Emily otra copa de vino cuando notó que la botella estaba vacía.

“Señora Emily”, dijo Tony. “¿Hay más vino? Carol y yo queríamos proponer un brindis especial y hacer un anuncio”.

“¡Por supuesto, Tony!”, dijo la abuela. “Entra por la cocina y verás la sala de estar. ¡Hay un bar junto a la puerta! ¡Date prisa, quiero escuchar ese anuncio!”.

Tony entró en la acogedora cocina y rápidamente encontró el salón y las botellas. Estaba a punto de salir con la de vino bajo el brazo cuando algo le llamó la atención. Había una foto sobre la repisa de la chimenea y algo en ella le resultó familiar.

Tony se acercó. La foto mostraba a una pareja joven sosteniendo a un niño pequeño frente a la casa de la abuela Emily. El niño vestía una camisa de manga corta y en su pequeño brazo había una marca de nacimiento distintiva.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Tony comenzó a temblar. Bajó la foto y la miró de cerca. “¡No puede ser!”, pensó. Se desabrochó el puño de su camisa con dedos temblorosos y miró la marca de nacimiento en su propio brazo. Era exactamente igual que el del chico de la foto. Era él.

Tony llevó la foto afuera y se sentó junto a la abuela de su prometida. “Por favor, señora Emily”, dijo. “¿Quién es?”.

La mujer mayor tomó la foto de las manos de Tony. “No deberías haber tocado esto”, dijo. “Esto es muy valioso para mí. Es la única foto que tengo de mi nieto Carlos”.

“¿Su nieto?”, preguntó Tony. “¿Qué le sucedió?”.

“¡No hablo de eso!”, dijo la abuela Emily. “¡Por favor, déjalo en paz!”.

“Tony”, comentó Carol, quien se puso nerviosa. “Es una cosa de familia…”

“Necesito saber”, exclamó Tony. “¡Por favor! ¡Significa todo para mí!”.

La abuela Emily se levantó. Se veía enojada. “¿Por qué?”, preguntó. “¡No es asunto tuyo!”.

Tony se subió la manga y descubrió su brazo. “¡Creo que puedo ser Carlos, señora Emily! Creo que soy el chico de la foto”.

La abuela Emily estaba atónita y tuvo que sentarse, al igual que Carol. “Mi nieto Carlos fue secuestrado cuando tenía tres años”, susurró. “Lo buscamos durante años…”

“Me abandonaron en un hospital cuando tenía cinco años”, dijo el joven. “Todo lo que sabía era que mi nombre era Tony. Me criaron en casas de acogida, pero nunca imaginé… Tenemos que hacer una prueba de ADN”.

La abuela Emily asintió. “¡Sí, y tenemos que llamar a tus padres!”.

“¿Mis padres?”. Tony señaló a la joven pareja de la foto. “¿Son estos mis padres?”.

“¡Oh, Dios mío!”, precisó Carlos a punto de llorar. “Esos son mis padres, lo que significa que son tu tía y tu tío. ¿No los reconociste?”.

Tony miró a Carol. “¿Somos familia? ¿Tú y yo? ¿Primos hermanos?”.

La abuela Emily sonrió. “Si eres Carlos, entonces sí, ¡tú y Carol son primos hermanos!”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

“¡Oh Dios!”, manifestó Carol con la respiración acelerada. Ella se levantó y corrió hacia la casa llorando.

“¿Qué?”, preguntó la abuela Emily. “Qué dije…”

“Estamos comprometidos”, dijo Tony. “Íbamos a casarnos…”

“Oh, querido”, dijo la abuela con tristeza. “Bueno, Tony, si son primos hermanos, ¡me temo que eso es imposible!”.

Tony inclinó la cabeza y sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas. “Pero amo a Carol”, susurró. “¡Ella es el amor de mi vida!”. Y en ese momento, Tony supo que cumplir el sueño de tener una familia significaría perder a Carol como su posible esposa.

Se volvió hacia la abuela Emily: “¿Qué pasa con mis padres?”, preguntó, “¿Por qué no están ellos en la foto?”.

Emily sonrió y señaló: “¡Oh, era tu cumpleaños y los padres de Carol son tus padrinos, además de tu tío y tu tía! Tus padres viven en el exterior. Ahora tienes tres hermanas y un hermano, pero nunca dejaron de llorarte, ¡nunca!”,

La prueba de ADN confirmó que Tony realmente era Carlos, el niño perdido hace mucho tiempo que había sido secuestrado. Sus padres y hermanos lo recibieron con los brazos abiertos.

Tres años más tarde, Tony asistió a la boda de Carol y le deseó lo mejor mientras caminaba por el altar. Pero en su corazón sabía que nunca dejaría de amar a su prima, aunque tuvieran que separarse.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • La vida real a veces puede ser incluso más sorprendente que la ficción: Tony conoció y se enamoró de su prima hermana a pesar de que se creía huérfano.
  • Algunos sueños no pueden hacerse realidad por mucho que lo deseemos: Carol y Tony estaban muy enamorados, pero como eran primos hermanos, no pudieron casarse.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Hãy bình luận đầu tiên

Để lại một phản hồi

Thư điện tử của bạn sẽ không được hiện thị công khai.


*